Un documental sobre el Rock progresivo en Gran Bretaña y las bandas involucrada, desde las historias de éxito de Yes, Genesis, ELP, King Crimson y Jethro Tull a las tribulaciones de bandas menos conocidas como Caravan y Egg. Una mirada a la escena sicodélica pop que dio origen al rock progresivo a finales de los 60, su edad dorada a principios de los 70 y la excesiva comercialización y eventual declive de esta música experimental a manos del estilo punk a finales de los 70.
Intervienen entre otros Robert Wyatt, Mike Oldfield, Pete Sinfield, Rick Wakeman, Phil Collins, Arthur Brown, Carl Palmer y Ian Anderson.

El 25 de enero de 1985, docenas de los músicos más populares de la época se reunieron en Los Ángeles para grabar un sencillo benéfico para el alivio de la hambruna en África. Dejando de lado los egos, colaboraron en una canción que haría historia. El documental transporta a los espectadores de vuelta a la grabación de ‘We Are the World’, capturando un momento seminal en la música con detalle emocionante y emoción. A través de una lente íntima, la película crónica la noche cuando algunos de los nombres más grandes de la industria musical se unieron por una causa mayor que ellos mismos.
Con material exclusivo detrás de escenas, entrevistas sinceras con los artistas involucrados y percepciones de historiadores de la música, el documental revela los desafíos, la camaradería y el puro talento que convergieron para hacer de la sesión de grabación un evento sin paralelo en la cultura pop, convirtiéndolo en un recordatorio conmovedor del poder del arte para efectuar cambio.

Este irrepetible evento fue organizado y producido por George Martin y participaron entre otros Phil Collins, Ray Cooper, Carl Perkins, Jimmy Buffett, Mark Knopfler, Sting, Elton John, Eric Clapton, Paul McCartney, Midge Ure y muchos otros.
El concierto fue celebrado en 1997 en el Royal Albert Hall de Londres. Los músicos se unieron para recaudar fondos para la isla caribeña de Montserrat después de una gran erupción volcánica que a principios de ese año devastó la isla, incluyendo su capital, Plymouth.